jueves, 11 de junio de 2009

Ciegos

Caen tus palabras
un peso en mis sentidos,
pero tú sigues insistiendo.
No puedes ver más allá de ti mismo.

Es tu fe autorreferente que ciega.

Para ti lo que es amor
no es nada más que locura.
Una brutal obstinación.

Los hierros caen y caen sobre mí
más peso sobre mi cuerpo alicaído
pues tu sigues insistiendo.
¿No ves como de a poco desaparezco?

Es tu alma que no sabe que existe.

Para ti no soy nada más que carne
alimento de tus celos y fantasías.
Una brutal fijación.

Pero mi amor cae sobre mí
es el peso de la costumbre de amarte,
así que puedes seguir insistiendo.
Es la única opción que deseo.

Es que mi mente no sabe olvidarte.

Para mí no eres más que mi condena,
mi amor, mi dolor, mi tortura.
Mi brutal pasión.

Ambos estamos ciegos,
nos cegamos el uno al otro
en un circuito eterno...
Almas perdidas en lo que creen que es verdadero.
Su brutal obsesión.

1 comentario: