miércoles, 28 de octubre de 2009

Amante

Ante la áspera luz de sabor opaco
vi la tenue pasión surgir de tu mirada
fue un suspiro de nieve:
se enfrió lo que duró el silencio
en cubrir mi faz gastada.

Tras celosías te observé
en un amanecer espeso de bruma lejana
de música verde, primavera pesada
con sabrosa indiferencia
poco a poco te esfumabas.

En este atardecer descontento
vacío el cuenco de la memoria ajada
sólo me queda la ira
el rabioso rojo del desprecio,
no es suave el camino de la amante abandonada.


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